martes, 21 de octubre de 2008



En 1977 Santana quiere construir su propio 6 cilindros y lo hace partiendo del de 4. Con 3.429 cc rinde 107 cv en la versión de gasolina y 94 cv en la diésel. Sólo se montan en la versión 109, a la que se alargó el frontal central hasta formar un plano único con las aletas y hasta el parachoques ganando espacio para albergar el nuevo motor. Aumentan el tamaño del depósito de combustible hasta los 75 litros.

En 1979 Santana presenta el 6 cilindros Especial con la misma mecánica del 77, pero con algunas diferencias en el exterior: faros rectangulares, parabrisas de una pieza, mando de manivela para subir y bajar las ventanillas…

En 1982 los Land Rover Santana de 6 cilindros reciben el nombre de Cazorla y al año siguiente se lanza el Súper de cuatro cilindros. A continuación se incorporará la gama de cuatro cilindros turboalimentado de 75 cv (61 cv en el atmosférico) con caja de cambios de cinco relaciones y dirección asistida en opción años antes de que lo hiciera la casa matriz inglesa.

Por aquel entonces, las relaciones entre ambas empresas pasaban por un mal momento que culminó con el abandono de la sociedad por parte de Rover. A partir de entonces, los vehículos de Linares se desprenden del logo Land Rover quedando Santana como nombre de marca hasta el cese de la producción en 1994. En la factoría andaluza, también se fabrican desde 1983, los pequeños 4x4 de origen japonés Suzuki SJ-410, cuya gama se amplió después con los SJ-413, el Vitara mucho más avanzado o el Jimy. Pero esta es otra historia.

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